Así funciona el MIPS en los cascos: protege tu cerebro, no sólo tu cabeza.
Ponte un casco y protegerás tu cabeza; usa un casco con MIPS y protegerás algo más valioso todavía, tu cerebro. Por eso se está extendiendo entre los fabricantes de cascos de forma imparable. Te desvelamos los secretos de este sistema de seguridad.
El casco es el accesorio número uno de todo ‘biker’. Da igual si usas la bici para ir al trabajo, para pasear con tu perro los fines de semana para salir a entrenar XCO, XCM, Enduro o para competir en la Copa del Mundo de DH. Sin casco, no hay pedaleada segura. Y aunque esto no ha sido siempre así en la historia de la bicicleta, los últimos 25 años han sido determinantes para que el casco se posicione como ese elemento que siempre se debe usar cuando montas en bici.
El tema es que cascos hay muchos. Infinidad de marcas y modelos que en el mejor de los casos cumplen los estándares de calidad marcados por cada país. Aun así, los procesos de fabricación, los materiales utilizados y los sistemas de protección propios de cada marca hacen que las diferencias entre cascos del mismo precio sean notables. No hace falta comprarse un casco de 5mil pesos mexicanos, pero ¿hace falta comprarse un casco que venga equipado con MIPS?
MIPS: del quirófano a los primeros prototipos
La historia del MIPS se inicia en 1996. Y como en muchas historias, la del MIPS comienza por una persona ajena al mundo de las bicis; una persona que, en este caso debido a su trabajo, se para a pensar que algo no está bien en el tema de seguridad ciclista. Hans von Holst, un neurocirujano sueco cansado de tratar en el quirófano pacientes con lesiones cerebrales severas por accidentes de bici, se pone a evaluar cómo estaban fabricados los cascos ciclistas del momento.
Tras años de estudio, trabajo e investigación sobre las lesiones traumáticas cerebrales junto con la Organización Mundial de Salud en Ginebra, llegaron a la conclusión de que los cascos existentes en ese momento y la tecnología que se usaba para la seguridad de estos no eran lo suficientemente adecuados para proteger el cerebro correctamente. Una cosa era proteger el cráneo y la otra proteger a su vez el cerebro.
No satisfecho con haber llegado a una conclusión tan valiosa, Van Holst, junto con Peter Halldin, un investigador del Royal Institute of Technology sueco, se ponen a desarrollar una nueva tecnología mucho más efectiva a la hora de proteger el cerebro en impactos rotacionales. El impacto rotacional es la causa más habitual de lesión cerebral y se produce cuando hay un impacto en el que el casco golpea en diagonal con la superficie o con un objeto y, debido a las inercias, la cabeza rota junto con el casco.
Tras varios años de trabajo e infinidad de pruebas que replicaban con exactitud las condiciones de accidentes reales, ambos investigadores llegaron a la conclusión de la relación existente entre la fricción que generaba el casco en la zona de contacto con la cabeza y la necesidad de seguir investigando en esa dirección.
El contacto del casco con el suelo y que la cabeza siguiera la misma dirección del impacto al crear una gran fricción con la superficie interna del casco les hizo pensar que una doble capa de baja fricción interna debería de minimizar notablemente las lesiones por impactos rotacionales. En el año 2000 en la Universidad de Birmingham se testaron los primeros MIPS y en 2001 se publicó el primer estudio científico sobre ello. El MIPS nacía tras más de 5 años de investigación.
Pero ¿qué es y qué hace el MIPS?
Las siglas MIPS (Multi-Directional Impact Protection System) se pueden traducir como Sistema de protección de impactos multidireccional. En pocas palabras, es un sistema que está diseñado para protegerte frente a los impactos rotacionales que transmiten las fuerzas del impacto desde la cabeza al cerebro. El MIPS, mediante su carcasa interna que se desplaza entre 10 y 15 mm, trata de minimizar las fuerzas de impactos rotacional, así como otras fuerzas, que se transmiten al cerebro tras un golpe.
La capa interna del MIPS se ajusta a tu cabeza y se mueve con ella en caso de impacto, mientras el casco gira en otra dirección para asumir parte de las fuerzas del impacto. De este modo la capa del MIPS de baja fricción se desplaza lo necesario para ayudar a disipar las fuerzas de dicho impacto rotacional.
Una de las características más notables del sistema MIPS es que, además de proteger de los impactos que afectan al cráneo, protege de los impactos que pueden causar lesiones a nivel cerebral. Y ese sin duda fue uno de los puntos de partida de los investigadores suecos; la protección del cráneo estaba bien posicionada en los cascos de ciclismo, pero la protección cerebral estaba relegada a un segundo plano.
Y ahí está lo más importante: son mucho más dañinos los impactos debidos a movimientos rotacionales que los impactos con movimientos lineales. Y es ahí donde el MIPS actúa de manera sobresaliente para proteger el cerebro.
¿Qué es el movimiento rotacional y cómo afecta al cerebro?
El movimiento rotacional es el resultado de un impacto angular en la cabeza. Es decir, un impacto lineal sería un impacto sin desplazamiento del casco, un golpe seco en una sola dirección. Mientras que el rotacional es un impacto angular con el terreno o un objeto, en donde hay más impactos asociados por la rotación del conjunto cabeza/casco. La ciencia nos dice en este sentido que, si podemos reducir la tensión y presión asociada a las aceleraciones rotacionales, podremos reducir el riesgo de lesiones importantes en el cerebro.
A nivel de accidentes las estadísticas son muy claras en este sentido. La mayoría de las lesiones cerebrales que se producen debido a impactos por caída en bici se producen por impactos angulares que causan la rotación de la cabeza y con ello la rotación cerebral. Aunque es imposible saber el tipo de impacto que vas a sufrir en caso de accidente, siempre es interesante usar sistemas de protección extra como el caso del MIPS.
Nunca puedes garantizar que no vas a tener ningún tipo de lesión en caso de accidente, pero sí que puedes minimizar las posibilidades de daño si puedes ayudar con el caso a reducir la cantidad de energía que se transfiere a nuestro cerebro.
Conclusión ¿Necesito un casco con MIPS?
El MIPS se está extendiendo de manera notable como sistema extra de seguridad en cantidad de marcas y modelos. Y lo más positivo en este sentido es que, cada vez más, el MIPS se está incorporando a gamas medias en torno a los $2mil y no sólo a gamas altas a partir de $3mil pesos mexicanos.
Actualmente estamos hablando de que un 80% de las marcas de cascos de primer nivel están incorporando el MIPS en sus modelos. En cifras estamos hablando de 69 marcas entre ciclismo, deportes de nieve y equitación (40 son de ciclismo) y 302 modelos que equipan MIPS. La cifra de producción de sistemas MIPS llega ya a los 5.400.000 millones de unidades producidas y acopladas a cascos. Y la cifra no para de subir.
Sobre la necesidad o no de usar un casco equipado con MIPS, realmente depende de ti y de si te lo puedes permitir económicamente. Todas las marcas de cascos líderes utilizan diferentes tipos de tecnología a nivel de seguridad como los sistemas de retención occipital, o el ajuste de correas y cierres, o las densidades de las espumas interiores y en las carcasas, pero el MIPS, al no pertenecer a una marca, lo verás presente en multitud de ellas.
El sobrecoste de un casco con o sin MIPS varía dependiendo de la marca y modelo, pero puede rondar los $800 de media. Lo interesante en este sentido, como comentaba antes, es que el MIPS está llegando a gamas medias y económicas además de a gamas infantiles.
Probablemente estarás pensando en marcas y modelos que no usan MIPS, pero han desarrollado sistemas parecidos. Sí, el uso del MIPS es opcional por parte de las marcas, pero sí que es cierto que, sin desmerecer el resto de tecnología similar, el MIPS ha sido el sistema con un mayor estudio y desarrollo de producto detrás durante muchos años hasta que ha sido adoptado por los fabricantes. Y viendo cómo los fabricantes punteros están incorporándolo a sus modelos, no cabe duda de que actualmente el MIPS es el sistema a usar. Si puedes asumir el sobrecoste, no dudes en hacerlo. No hay mejor inversión que tu propia seguridad.
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