El ciclismo de montaña como lo hemos mencionado, te pide reaccionar rápidamente ante los obstáculos que se presentan en la ruta. Cuando somos principiantes o llevamos poco tiempo en esta aventura, nos cuestan trabajo algunas cuestiones o incluso nos dan miedo.
Aquí encontrarás 5 secretos muy básicos para ir perdiéndo el miedo a la montaña.
1. Enfoca tu vista hacia el frente
Esta es el mejor secreto; cuando vamos tanto subiendo como bajando en la montaña, muchas veces nuestra mirada se queda justo en la llanta delantera, viendo el primer obstáculo que nos viene en el camino. ¿Y qué pasa? Pues que sólo pasamos ese obstáculo pero ya no el que seguía. Tal vez nos caigamos, o tal vez nos salgamos del sendero. Esto sucede porque nuestra mente no registró lo que venía después. Por eso una de las mejores recomendaciones es fijar tu mirada entre 5 y 10 metros adelante de tu llanta delantera. De esta manera si al avanzar ves primero una piedra, debes de ver lo que sigue después de esa piedra para saber qué debes hacer después del primer obstáculo.
Por ejemplo; digamos que viene la piedra y después una curva a la izquierda, entonces tu mente registra la piedra e inmediatamente nuestro cerebro procesa qué debemos hacer para tomar la curva a la izquierda. Al pasar la piedra, en automático sabremos que hacer y nuestra vista en ese momento ya está enfocada en lo que sigue del camino.
2. Posiciona bien los pies
Cuando iniciamos en el ciclismo en general, es importante fijarnos bien en la posición de nuestros pies sobre los pedales. Recuerda que el metatarso debe quedar apoyado sobre el eje del pedal, es decir, la parte carnosa del pie que sigue a los dedos. No el talón, ni el arco del pie.
De esta manera al pedalear, transmitimos correctamente la energía para empujar el pedal de la bici en una perfecta alineación articular, evitando lesiones y aprovechando al máximo nuestra mecánica corporal.
Si haces ruta estarás acostumbrado a los pedales de contacto (pedales automáticos) éstos harán que los pies vayan en la posición que deben ir para poder pedalear sin problemas. Al iniciar en el ciclismo de montaña, muchas veces, nos da miedo ir “amarrados a la bici” y correr más riesgo de una caída. Aquí es donde debes estar muy al tanto de cómo colocas el pie.
Para la bajada también es importante fijarte en la posición de los pedales y por ende de tus pies. Recuerda que tus pies en el descenso deben quedar de manera horizontal, es decir, un pie adelante y el otro atrás. De esta manera tu posición va totalmente equilibrada para poder atacar el obstáculo, además de no correr el riesgo de golpear con la biela/pedal alguna roca o raíz y que ésta te tire de la bicicleta.
3. Saca los codos
En el descenso cuando tenemos miedo solemos meter los codos hacia nuestras costillas, lo que hará que no podamos maniobrar correctamente y nos provocará un manejo más nervioso. Como gran tip y secreto, es necesario “sacar” los codos, incluso de una manera exagerada, esto te hará casi en automático corregir la posición de tu espalda y brazos, además de tender un mejor control del manubrio. Por lo tanto podrás atacar de mejor manera los obstáculos que se presentan en la bajada.
4. Flojito y cooperando
Muchas veces en nuestros primeros descensos el miedo a lo desconocido nos pone tensos, y vamos todos rígidos sobre nuestra bicicleta. Este es un tip al cual debes de ponerle atención. Ya que entre más rígido estés más vas a sentir el terreno accidentado de la bajada.
Recuerda que nuestro cuerpo funciona como una suspensión. Si tu bicicleta es de doble suspensión, tienes que preocuparte menos, la bici ya está articulando por ti. Pero si tu bicicleta es sólo de suspensión delantera, es cuando más debes “ayudar” con tu cuerpo relajado; ya que todas las vibraciones y golpes que se lleve la suspensión delantera recorrerán tus manos, brazos, hombros y si estos están duros te empezará a doler todo. Digamos que ir tan tenso hará que tu manejo sea más torpe. Por eso es importante aflojar la tensión de los brazos, claro está, sin perder el agarre de tu manubrio ni la fuerza. De la misma forma pasa con las piernas. Recuerda que debes llevar ligeramente flexionadas las piernas en el descenso y acompañar a la bicicleta para que tengas un mejor “amortiguamiento” y cooperes con la inercia y movimientos de la bicicleta. Si pones las piernas muy tensas sentirás más los golpes o los obstáculos, haciendo de igual forma más inseguro tu control de la bici.
5. Practica, practica y practica
Cuando hacemos ciclismo de montaña cada salida aprendemos algo nuevo, ya sea una mejor posición de pedaleo o un obstáculo a superar. ¡La práctica hace al maestro!
Entre más repeticiones hagas en el ciclismo de montaña, más pronto el cómo actuar sobre la bici quedará registrado en tu memoria. Al principio te costará un poco de trabajo, pero con la práctica verás que eso que se te hacía imposible ahora es más fácil o menos pesado. Esto aplica tanto en la subida como en la bajada. Lo que hoy se te hace un ascenso muy pesado, si vas a la misma ruta durante un mes constante, al término verás que esa subida ya no te costará trabajo. Si no puedes bajar una parte de la ruta en una primera ocasión y si, cada vez que vayas lo intentas y practicas y practicas, llegará el punto en el que lo lograrás.
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