Grande fue nuestra sorpresa pues el panorama cambiaba drásticamente con respecto a la primera mitad que fue muchas subidas y gran parte de carretera, ahora todo era mas verde, más selvático y con una techumbre de vegetación que te tapaba el sol y te hacía más cordial el recorrido, y era de esperarse por la cercanía del río, que aporta mayor humedad que otras partes.
Los caminos eran sinuosos, con pequeñas subidas en las que no tenias que usar los cambios, curvas y bajaditas verdaderamente disfrutables, nos sentimos como niños pues eran algo técnicas, de esas brechas que debes poner listos tus sentidos en todo momento para no caerte o irte a un lado.
De pronto salimos de esa densa vegetación y se abrió paso a lo que parecía unos corrales de ganado, allí descansaban algunos bikers e iniciaba una bajadita en curva, al final de ese sendero habia un pequeño ojo de agua, el grupo con el que iba no lo pensó dos veces y se tiraron a darse un refrescante chapuzón.
Yo la neta, me aguante, no me gusta pisar las piedras del fondo, si me lanzo con todo y zapatos luego la sensación de los pies húmedos no me gusta para nada. Por cierto, llevaba yo unos Vans y hay les voy a contar algo, los compré totalmente negros según yo, para que no se note la tierra de las rodadas y no tenga que lavarlos, pero resulta todo lo contrario ya que el polvo se ve aún más, me los traje por que sabía que iba yo a caminar y pensé en algo más cómodo para ello que unos zapatos 5-10 que son más duros.
Las Vans (Old Skool Pro) tienen la nueva plantilla "PopCush", que brinda un gran confort en la parte del talón, además ahora se fabrican prácticamente de una pieza, traen unos elástico en la lengüeta, esto hace que el zapato esté mejor ceñido a tu pie, evitando en gran medida que entre tierra o piedritas que son muy molestos en rodada, sin contar la excelente suela de "Waffle" que los ha caracterizado desde sus inicios y que tiene un agarre super chingón en los pedales de plataforma.
Despues de que mis estimados cuates se dieran su "wash" agarramos brecha y después de un kilómetro más o menos llegamos a la orilla de un río, seguramente se trataba del Río Hondo, allí si me dio ganas de meterme pero se veía que la corriente estaba fuerte y mis perritas me desanimaron para que lo haga.
Cuando llegamos, ¿Quién creen que estaba allí tomándose selfies con su bastón? Jajajajajajajaja Si, el wey que le dio la "temible pájara" y que después nos alcanzó en el segundo puesto de hidratación, allí andaba quitadisimo de la pena y como si nada. ¡Que nos pasé la reseeeeeeta!
Después de un breve descanso y unas fotos en ese lugar, Mike me mostró su short que prácticamente traía como falda pues en un momento dado, se le trabó con la punta del asiento y se partió por la mitad, saqué una venda de mi mochila y con ello ató una pierna y listo, a seguirle dando.
Emprendimos nuevamente la pedaleada, había comentado con Gastón que este tipo de vegetación y caminos eran muy parecidos al Reto Tapir en Nuevo Becal, probablemente tienen las mismas latitudes geográficas y es por eso que en muchas ocasiones nos pareció rodar por caminos conocidos, siendo que era la primera vez que pasábamos por allí.
Llegamos a los bajos de unas laderas por donde empezaban unos ranchos, el camino tenía algunas piedras sueltas, las que habia que sortear y no montarlas para evitar alguna caída, allí sentí la power, mi batería se había recargado y le empecé a dar duro al pedal, esto por efecto seguramente de los geles que estaba consumiendo, dejando a mis compañeros muy atrás.
Pasé otro puesto de hidratación que estaba cerca de un riachuelo, la verdad no me detuve, no quería perder el ritmo, además tenía aun agua de sobra en mi mochila, por fin mis energías se habían agotado y mis camaradas me alcanzaron pues me detuve por una confusión en el camino antes de subir un cerrito.
Desde allí continuamos juntos, cruzamos un llano y varios ranchos, escuche a pocos metros el motor de un auto y supe que estábamos próximos salir a carretera y efectivamente, salimos por un entronque hacia la carretera que lleva al poblado de La Unión, pasando "Estero Franco" y los campamentos de "Tumben Ha" y "Mayan World Adventures", este último de Ernesto Parra (Maleno) gran amigo nuestro.
Todavía nos quedaban algunos kilómetros hasta el poblado de La Unión, cada quien agarró vuelo en carretera como pudo, yo me quedé con Alex, pero Gastón y Mike se fletaron y nos dejaron, si no me equivoco el Moi venía atrás. Después de una curva y en plena subidita alcanzamos a Mike, aún faltaba otra curva y prácticamente estábamos en La Unión.
Pudimos divisar en un cruce el último puesto de hidratación, allí nos reunimos todo el grupo de nuevo, le preguntamos a la encargada de ese puesto y nos dijo que aún nos faltaban 5 km. por la parte de atrás del pueblo (Chingada madreee!!) cosa que realmente nos desanimó, pues veníamos ya muy cansados. Tomamos un poco de agua, una cucharita de miel y a darle a la subida por carretera.
La organización dotó de suficiente hidratación y hielo pero para cuando muchos pasamos era imposible que este aun se conservara, de todos modos les digo, mi equipo estaba completo y con sus pertrechos listos para la ocasión. Los chavos del staff fueron super bien amables, hasta me quería traer uno a Mérida. Jajajajajajajaja!
Yo aplique nuevamente la de no ver hacía arriba para que no me invada la hueva y cuando me di cuenta ya estaba logrado, a lo lejos vimos a Ricardo Gamboa (Organizador) que nos indicaba el desvió y nos quedamos un buen rato a platicar con él, allí nos dijo que realmente solo faltaban como 2 km. y no los 5 km. que nos habían dicho.
Mientras tanto ¿Quién creen que llegó? Jajajajajaja Si, el wey que le dio la "temible pájara", que nos alcanzó en el segundo puesto de hidratación y que estaba tomándose selfies en el río bien quitado de la pena y que no nos dio la reseeeeta! Le dimos paso y bye bye!
Siempre lo he dicho, La sencillez y humildad hace grande a una persona y Ricardo Gamboa es ejemplo de ello, si no fuera por él, no conoceríamos los rincones tan chingones por donde rueda, a los cuales nos ha invitado todos estos años que tenemos de conocerlo.
Organizar un evento de este tipo no es tan redituable como muchos piensan, prácticamente se hace por amor al deporte, ya que las horas invertidas y el estrés (léase daño a la salud) rebasan por mucho las pocas ganancias que estos generan.
Curiosamente después de pandemia se han organizado un gran número de competencias y maratones, pero al final solo sobrevivirán los que ofrezcan calidad y cuenten los inversionistas necesarios (y representen una entrada generosa, claro) así que aprovechen los mejores eventos por que esto irá a la baja.
Regresando a la rodada, el resto del camino para entroncar a la vía que va de "Cocodrilo Dorado" hacia la meta (Centro del poblado) fue muy placentero pues casi todo era de bajada. En el camino alcancé con mi último aliento a mis camaradas y entramos todos juntos para recibir nuestra medalla y un "Barrilito" el cual se fue como agua.
Completamos un tiempo de travesía de 7:25 Hrs. y nuestros lugares de llegada a meta fueron:
61.- Eduardo Paredes
62.- Alex Gil
63.- Mike Urzaiz
64.- Moisés Ek Castilla
65.- Gastón Bañuelos
Saludamos a algunos amigos, pero queríamos descansar y buscábamos algo para comer, nos acordamos que teníamos un resto de chucherías que compramos el día anterior y nos fuimos al lugar donde estaba estacionada la camioneta, en la propiedad de Doña Guadalupe Pérez Raya, que por cierto ella quedó en el lugar 5 de la rama femenil en 70 Km, cabe mencionar que ella estaba aun convaleciente, además de que sufrió un accidente en la ruta, toda una guerrera Doña Lupe, felicidades y muchas gracias por su hospitalidad.
En esta ocasión rodamos en un solo día el kilometraje correspondiente a tres días de nuestros campamentos y se disfrutó, dándonos cuenta de que podemos dar más, aunque en los campamentos la verdad venimos a disfrutar y no tanto a quemar la pierna. Y repito lo que le dije a Rich y a otros, si hubiera llovido otro gallo nos hubiera cantado, ya que el suelo de La Unión y sus alrededores es arcilloso y con tantita agua se hace un lodo chicloso que para que les cuento.
Aunado a esto, les comento que, el ciclismo de montaña con el que yo inicie ya no es el mismo, ahora hay mucho princeso, se quejan de todo, yo sé que muchos se van a sentir ofendidos por que es el tema de hoy, sentirse ofendidos o aludidos por algo general y quejarnos como florecitas, ciertamente las redes les ha dado voz a muchos pero, por desgracia muchos otros las utilizan para exteriorizar sus propios traumas y endiablarle la vida al prójimo, cosa que no se veía antes.
La lista de los primeros lugares por distancias quedó así:
100 Varonil
1.- Alejandro Guedea (MTB Cancún & RM)
2.- Arturo García (MTB Cancún & RM)
3.- Yair Pérez (Xibalbikers Chetumal)
100 Femenil
1.- Karina Girón
2.- Nidia Perera
3.- Karla Aldana (Xeek MTB Club)
70 Varonil
1.- Oscar Kabil
2.- Nicolás Pérez (Team Bombas Chetumal)
3.- Engel Cantú (Bastardos)
70 Femenil
1.- Angela García
2.- Patricia Baquedano
3.- Diana Dzul (Xibalbikers Chetumal)
50 Varonil
1.- Francisco Blanco (7:30)
2.- Cesar castillo (Team Bombas Chetumal)
3.- Alio Sabido (Bikestore Mérida)
50 Femenil
1.- Ellen Knuvers (MTB Cancún & RM)
2.- Constanza Flores
3.- Lizeth López
Los resultados generales de la competencia los puedes checar AQUI
Ya rumbo a Bacalar solo pensábamos en comer algo rico pero no llegamos a tiempo ni a "Taco Loco" ni a las carnitas, tampoco hubo tamalitos horneados en el camino y mucho menos alcanzamos a la panuchera de la gasolinera de José Ma Morelos, así que nos paramos a comer unos tacos de pastor, tripa y asado, que a decir verdad estaban del nabo pero saciaron a la "anaconda".
Llegamos a Mérida aproximadamente a las 9 de la noche, sanos y salvos, listos para otra aventura. Agradecemos nuevamente a Ricardo Gamboa, Anabel Gutiérrez y a todo su staff, a Doña Lupe por ofrecernos su casa y a todos en general, fue un gusto saludarles.
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