El descenso es una de las más divertidas y emocionantes sensaciones que el ciclismo de montaña nos aporta, pero como no hay nada de divertido en pasar unos días magullado tras una caída por mucho que digamos que así le pintamos otra raya más al tigre, a continuación vamos a tratar de dar una serie de consejos para disfrutar al máximo de los descensos con nuestra MTB. Trataremos de aportar nuestra experiencia en este artículo con la única intención de ayudar a quien no puede resistirse ante una bajada.
Conceptos previos...
1.Busca tu límite progresivamente:
Debes llevar siempre controlada la bicicleta, para conseguir gradualmente aumentar tu confianza en tus bajadas y no hacer frente a situaciones demasiado complejas para tu técnica.
2.Conoce previamente el trazado:
No arriesgues en tu primera bajada en un tramo que desconoces, sino que aprende donde están los obstáculos más complicados que te exigen disminuir la velocidad o tener un mayor control de la bicicleta.
3.Aprende de alguien con técnica:
Circulando tras algún compañero que tenga una buena técnica, te permitirá ver por donde realiza las trazadas y como balancea el cuerpo para ello, aunque sé consciente de que él aplicará unas técnicas que tú aún puedes no dominar.
1. Uso del freno delantero.
Debido a la inclinación del terreno en las bajadas, la rueda delantera tiene más peso que la trasera y por tanto mayor potencia de frenado. Compénsalo echando tu cuerpo lo mas atrás que puedas, para dar una mayor potencia de frenado al freno trasero y equilibrar así la frenada. Pero ojo, no uses solamente el freno trasero, como leerás erróneamente en muchos artículos, pues su solo uso provocará que la rueda trasera patine y puedas perder el control, además de erosionar así el camino. Solo en tramos muy empinados es donde debes desistir de usar el freno delantero, para lo que debes reducir la velocidad antes de llegar a éstos.
2. Tu peso como dirección.
La distribución de tu peso sobre la bicicleta en llano es de 40/60 (delante/detrás). En las bajadas busca la posición de peso neutro o centrado sobre tu MTB aunque tendrás que retrasarlo en una bajada según la pendiente de ésta. Si te fijas en un slalom de downhill, verás el constante cambio del peso que hace el piloto. Por tanto, el mover tu peso a los lados, mediante el balanceo de la cadera, te permitirá cambiar la dirección de tu bicicleta, quedando el manillar para hacer movimientos más precisos.
3. Ayúdate de tu asiento.
Aprieta el asiento con los muslos internos y balancéate sobre él, para obtener un mayor control y una mejor tracción de la rueda trasera.
4. Bielas en horizontal.
En tus descensos normalmente debes mantener los pies en los pedales a la misma altura –bielas en horizontal-, adelantar la pierna dominante y con los tobillos en línea de las bielas para no golpear contra ningún obstáculo que te pudiera desestabilizar. Solo en el caso de curvas abiertas, tendrás que bajar el pedal exterior a ella. Además, el mantener las piernas semiflexionadas te permitirán un mejor equilibrio.
5. Manos y brazos.
Para controlar la velocidad en un descenso debes agarrar los puños con firmeza y llevar siempre uno o dos dedos sobre las levas del freno. Generalmente basta con uno aunque instintivamente en situaciones apuradas se usan dos. Los brazos deben estar convenientemente flexionados, tanto para amortiguar los golpes como para bajar el centro del gravedad, mientras que permanecerán estirados ante socavones. No olvides que aunque lleves suspensión delantera o total, no debes dejarla hacer todo el trabajo pues tus brazos y piernas serán tus grandes amortiguadores y las suspensiones de tu MTB el ajuste fino.
6. Planea tu recorrido.
Debes mirar unos cuantos metros por delante de la rueda delantera para planear tu trazada y salvar así los obstáculos que te encuentres.
7. Saltos en los descensos.
Si bien es preferible mantener las dos ruedas en tierra durante las bajadas, puedes encontrarte ciertos obstáculos (rocas, troncos, raices, cortados, etc) donde podría ser mejor salvarlos mediante alguna técnica que más adelante trataremos.
8. Posición de los cambios.
Cuando te encuentres una bajada que no precise técnica y que hagas a alta velocidad, o bien una pendiente que si precise técnica, lleva tus cambios en el plato grande y en el cuarto piñón (aproximadamente). Esto es algo en lo que hay cierta controversia con otros bikers pero a continuación te damos nuestras razones. Primeramente, te permitirá que la cadena permanezca tensa y evitarás que se salga, evitarás también que el cambio o la cadena pueda golpear el basculante -y romper a la larga el cambio-, y evitarás arañazos en el cuadro. En segundo lugar, siempre tendrás el par de giro, es decir, que podrás dar una pedalada para recuperar inercia sin quedarte clavado. Y en tercer lugar, la razón más importante para usar esa disposición de cambios, es que cuando en una bajada se sufre una caída, una de las peores y más desagradables heridas es la que producen los dientes del plato en el gemelo con los dientes del plato, produciéndote infecciones por los pinchazos o incluso desgarros.
9. Configura correctamente tu bicicleta:
Algunos elementos permiten mejorar las bajadas; espander más corto, manivelas de downhill, horquilla delantera con al menos 100 mm de recorrido y regulada un poco rígida para optimizar tu paso sobre piedras a gran velocidad, llantas para downhil, tornillo de liberación rápida del sillín para bajar el asiento, etc.
10. Elementos de protección:
Si bien no es necesario equiparnos como un biker de Downhill, si que lo es el usar unas protecciones mínimas; casco compacto aunque ligero, guantes que te eviten daños en las manos en caso de caídas, preferiblemente que cubran tus dedos, maillot de manga larga que protejan tus brazos de arañazos con los matorrales y gafas que te protejan de proyecciones y golpes de ramas. Fuente: Granabike
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