Adam Dillinghurst tenía un reto por delante desde hace 10 años: acumular un descenso de un millón de pies de desnivel vertical tan rápido como un humano sea capaz. Esa distancia, que equivale a 304.800 metros, sería equiparable a bajar una montaña cuyo pico estuviera a la altura de la órbita de la Estación Espacial Internacional, bajar 750 veces el Empire State o 48 veces el monte Everest.
Equipado con su GPS para registrar cada dato, Adam comenzó a subir y a bajar como un poseso en Whistler durante 57 días, con los antebrazos comos Popeye y no sin un par de caídas sin mayores consecuencias. Todo compartiendo la experiencia con otros riders aficionados y hasta osos que le salieron al paso.
El récord de Adam en un día fueron 33.730 pies (10.280 metros), y la toda la proeza supuso un gasto de material importante: un juego de neumáticos por semana, 7 pinchazos, 4 juegos de pastillas de freno, 3 juegos de puños, 4 reajustes de las suspensiones y, evidentemente, mucho agotamiento.
Visto en | Mtbpro.es
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