lunes, 21 de septiembre de 2015

Algo sobre la Gastronomía Deportiva


A todos nos ha pasado alguna vez. A lo mejor fue en los comienzos, cuando aún no tenías mucha experiencia, o puede que algún día en el que te pasaste de la raya, o saliendo a montar después de un día sin el descanso necesario, o aquel día que saliste casi en ayunas… De una manera u otra todos en algún momento hemos sentido alguna vez ese «vacío», esa sensación de no poder dar ni una pedalada más, ese agotamiento que nos ha hecho poner el pie en el suelo o aflojar el ritmo... La temida pájara…

La explicación es muy sencilla: para alimentar a nuestros músculos mientras pedaleamos el organismo utiliza dos fuentes principales de combustible: Las grasas y los carbohidratos. Nuestro cuerpo posee la suficiente cantidad de grasa acumulada como para poder suministrar a nuestros músculos energía para una carrera, una marcha o una simple salida a ritmo alto. El problema es que el proceso necesario para convertir esa grasa en energía útil para nuestros músculos es un proceso lento, mucho más lento que el que necesitan los carbohidratos para ser procesados. Por eso el cuerpo utiliza los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno en nuestros músculos e hígado como fuente de energía.

Entonces te preguntarás: ¿dónde está el problema? El problema está en que esos depósitos de glucógeno no son eternos, es decir, después de poco más de una hora de ejercicio a ritmo medio/alto (80 minutos aproximadamente) desaparecen y entonces es cuando empiezas a sentir que tu cuerpo ya no responde y que tu rendimiento cae en picado.

Hace años lo normal es que se saliera a montar con lo puesto. Como mucho llevaba algo de comida en una mochila pequeña y agua en el bidón. Sin embargo, hoy día no salgo en una ruta de más de dos horas sin una barrita y un gel en la mochila. Y es que, con el paso del tiempo, el ciclismo en todas sus variedades ha dejado de ser un deporte minoritario y esto ha provocado que muchas marcas y empresas especializadas en nutrición deportiva hayan invadido los mercados con multitud de productos enfocados a complementar nuestra alimentación y en ayudarnos a que nuestros depósitos de energía siempre estén al nivel deseado.

En poco tiempo pasamos de tener exhibidores en las tiendas de bicis con cascos, zapatillas y ropa a tener todo eso más un completo muestrario de gastronomía deportiva lleno de geles de muchos tamaños y sabores, bebidas en envases enormes, infinidad de barritas energéticas, gominolas, pastillas, proteína, tabletas, recuperadores, vitaminas… Mucha variedad y mucha confusión, como si no tuviéramos suficiente con el tema de las geometrías, los sistemas de suspensión o los dichosos tamaños de las ruedas.

Visto en | MTB Pro

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