Hacer senderismo con el perro ofrece múltiples ventaja a nivel físico y psicológico, y es que se trata de una actividad de lo más saludable
Seguro has oído o leído que es bueno hacer ejercicio con tu mascota y has buscado algunas opciones para entrenar con tu mejor amigo. ¿Qué te parece hacer senderismo con el perro? En este artículo te daremos algunos consejos para que la actividad sea divertida y agradable para ambos.
¿Por qué hacer senderismo con el perro?
Si aún no te animas a salir con tu mascota cuando haces ejercicio –y mucho menos cuando vas de vacaciones– te damos algunos motivos por los cuales deberías hacerlo:
1. Es una actividad saludable.
2. Disfrutarás de los paisajes.
3. Estaréis en contacto con la naturaleza.
4. Estarás acompañado de tu mejor amigo.
5. El can se sentirá atraído por todo lo que ve y olfatea.
6. Liberarás el estrés.
7. Ambos se mantendrán en forma.
8. Se reducirán las actitudes destructivas del animal (por ejemplo romper cosas por aburrimiento).
Si ya te hemos convencido de hacer senderismo con el perro, el siguiente paso es prestar atención a algunas recomendaciones. De esta manera, la experiencia será maravillosa y podréis repetirla toda las veces que deseéis:
1. Planifica bien la ruta
Debes saber con detalle la cantidad de kilómetros que haréis, qué tipo de desniveles o de terreno encontraréis y la duración aproximada del recorrido. Si es la primera vez que haces senderismo con el perro te recomendamos que traces una ruta corta y sin demasiadas complicaciones.
Evita aquellos recorridos con tramos difíciles como los puentes colgantes, pasos de escalada o vías férreas, así como las que no tengan sombra o estén muy cerca de la carretera. Escoge un camino que tenga un lago, río o riachuelo cerca para que ambos os refresquéis.
2. Presta atención a las condiciones del perro
Quizás tú te encuentres en buen estado físico, pero tu mascota no. O tal vez el animal no está acostumbrado a hacer ejercicio. No puedes pretender que tu can pase de llevar una vida sedentaria a recorrer varios kilómetros la primera vez.
También debes tener en cuenta la edad, la salud y la resistencia del perro, más allá de la raza que sea: un labrador, un dálmata o un collie. No se recomienda hacer senderismo con cachorros, ancianos u obesos. Podría ser perjudicial y hasta mortal para ellos.
3. Lleva agua y comida para los dos
Cuando hagas la mochila para la excursión, no te olvides de llevar doble cantidad de agua: para ti y para tu mascota. Aunque el perro pueda beber de un charco o de un arroyo, mejor que tengas agua fresca y se la ofrezcas cada cierta cantidad de kilómetros o tiempo. Presta atención a las señales que da el animal, ya que si tiene la lengua para afuera o jadea, puede que esté muy cansado o tenga sed.
Otra cuestión más que importante es la alimentación. Ninguno de los dos puede atiborrarse de comida porque no podrán caminar bien, pero tampoco es bueno hacer ejercicio con el estómago vacío. Procura llevar galletas o pienso en tu mochila y darle a tu mascota cuando esté muy cansada o falta de energía.
4. La seguridad ante todo
Además de llevar un botiquín de primeros auxilios con medicamentos para personas y para perros muy bien diferenciados, es muy importante velar por la seguridad de tu mascota. Aunque no haya peligros, ponle correa; puede ser la más extensa del mercado para que esté más libre y pueda ir husmeando.
Llevarle suelto es una irresponsabilidad, porque nunca sabes cuándo el animal se puede asustar o percibir algo que lo inste a salir corriendo por el campo. Ata la correa a tu cintura para que te queden las manos libres y ponle un arnés para que no se suelte por nada del mundo.
Y, por supuesto, no puedes olvidar la placa de identificación con los datos de contacto por si se pierde y la documentación del animal, sobre todo si haces senderismo en un parque nacional o área protegida. Quizás te lo soliciten para ingresar.
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