La Unión Trails 2020 | 2da Parte

Muy temprano me despertó el goteo del sereno matutino en mi tienda, y como no me gusta estar acostado sin hacer nada, me levanté a dar un rol y ya varias personas estaban de pie, pasé junto algunas tiendas y se oían los ronquidos más canijos que los del mono aullador!

Después de un rato empezó la peregrinación a los baños y en el de hombres hasta cola había. Luego empezaron a servir el desayuno consistente en huevo con frijolitos, fruta, café, leche y cereal a escoger, hubo quien le metió a todo como niño de hospicio.

Era domingo y el día principal de rodada donde iríamos a los lugares más atractivos para rodar, los bikers provenían de varios grupos y ya había una mejor comunicación entre todos, se supone que vamos a divertirnos y esto es lo que sucedió.

Se dio el llamado para reunirnos y empezar a bajar del campamento base, el plan era hacer el camino de "Arroyo Seco" para lo cual había que subir una gran cuesta por carretera, yo me quedé de barredora y en el camino me tomé unas fotos con Hugo (Tooloks Ticul).

Una vez todos reunidos al inicio de la brecha María José y Alberto Roura (CicloAmigos) me comentaron que preferían regresar pues no se sentían en condiciones, por lo que les comenté que podían alcanzarnos en el poblado de La Unión siguiendo esa misma carretera pero del lado contrario y así evitar el camino técnico por donde íbamos a pedalear todo el grupo.

Rich Gamboa inició el trayecto una vez que nos pusimos de acuerdo y con los radios que nos prestó Francisco Morales (CicloAmigos) nos íbamos comunicando para que no se nos pierda ninguna oveja y para cerrar varias rejas de ranchos que se iban abriendo, hubo una ponchadura que nos retrasó unos 15 mins. que aprovechamos para tomarnos fotos, pero una vez solucionado continuamos el camino.

Después de varias subidas y bajadas con paisajes hermosos, llegamos al cerro de "Arroyo Seco" y lo fuimos bajando uno a uno hasta un potrero, en esta ocasión no bajamos por el lado accidentado pues se trataba de mantener unido y seguro al grupo.

Nos tomamos un breve descanso e iniciamos nuevamente el camino, por desgracia me perdí brevemente con Rox Morales y Gabriel Abeytia, nos quedamos atrás, pero corregimos el camino descartando por lógica un camino que se cerraba mucho y se dificultaba el paso. Aquí yo les doy el consejo que traten de no atrasarse y no perder de vista al ciclista que llevan delante, sobre todo no deben hacer paradas innecesarias pues son caminos poco transitados y un buen susto nadie te lo quita. Igual si sabes que eres un poco lento trata de estar cuando menos a la mitad del grupo cuando arranque.

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El grupo iba a buen ritmo y cuando menos me lo esperaba, llegamos a La Unión, paramos en una pequeña tienda donde la mayoría compró refrescos y otras cosas, curiosamente allí estaba María José y Beto Roura para reintegrarse al grupo como si nada.

Después de un descanso, empezamos a enfilarnos hacia el lugar donde se cruza el río hacia Belice, Rich y otros más se adelantaron para preguntar en la garita aduanal si había un problema que cruzáramos con 45 ciclistas. Por suerte nos autorizaron y empezamos a cruzar sobre la "Filipolla", no se asusten, así se llamaba una de las barcas, fíjense que a pesar de ser un corto trayecto hacia Belice verdaderamente se disfruta pues es algo fuera de lo común a las rodadas convencionales.

Una vez en terrenos de Belice nos fuimos por la carretera hacia el poblado de Blue Creek Village por unos ranchos ganaderos menonitas hasta llegar a unos hangares de avionetas para cultivos. Todos ordenadamente pues lo que menos queremos es tener problemas y sobre todo "del otro lado".

Antes de subir el cerro se dio la advertencia de que era un poco extenuante y dificultosa la primera parte de la subida, por lo que era peligroso que algunos se quedaran en el camino, algunos bikers nos esperaron en los hangares.

Iniciamos la subida que muchos intentaron pedaleando pero sin éxito pues la inclinación es elevada y terminamos caminando, poco a poco llegamos a un tramo pedaleable y continuamos el ascenso.

Después de cierta distancia llegamos a lo que se ha bautizado como "La Olla". Se trata de una hondonada bien divertida, allí nos quedamos brevemente para pasarla varias veces, a un lado había una especie de "Chicken way" e igualmente tenía una hondonada pero menos pronunciada por donde pasaron los menos atrevidos.

Continuamos ya sobre un terreno algo parejo pero sinuoso por las curvas y algunos montículos que hacían totalmente disfrutable el paseo, hasta que llegamos a otra hondonada de mayor profundidad la cual fue bautizada como "La cazuela", algunos atrevidos la bajaron y otros nos abstuvimos, ya la he bajado en varias ocasiones pero la última me pasé a caer por lo deslavado que estaba y los años no pasan en balde.

En esta ocasión hasta aquí llegamos, muchos se preguntarán que hay más allá, bueno pues les cuento, después hay una parte de selva baja muy cerrada, con lianas cayendo de los árboles, el suelo se torna un poco más chicloso pues hay mucha humedad, luego llegas a un claro desde donde ves el horizonte, de allí inicia una bajada muy técnica por lo empinado y el material suelto, es la otra parte del cerro, la bajas como flecha hasta un enorme llano delimitado por una barda de alambre de púas. La subida en bici es casi imposible, incluso arrastrándola es muy difícil y extenuante. Este tramo es muy poco gratificante y por eso ya no llegamos allí, ósea no se perdieron de nada.

Les contaba que estábamos en la cazuela, allí descansamos y comimos algunos alimentos y golosinas que cada uno llevamos. Allí le comenté a Ricardo que esta vez se me había hecho más corta la llegada a este sitio que en otras ocasiones pasadas y me dijo que probablemente se deba a que ya tenemos más nivel, esas palabras hicieron inflarme como pavo pero seamos francos, las veces anteriores veníamos semi-pedos de la guarapeta de la noche anterior. Es más, desde que salíamos de Mérida ya le estábamos metiendo macizo al chupe, pero eso cambió, hermanos!

Bueno pues nos enfilamos para regresar, lo que subimos en todo ese tiempo era hora de bajarlo a toda velocidad, mi bici se comportaba súper bien, pero aún la estaba conociendo, así que no me solté con tanta confianza. Pienso que baje bien pero no tanto como el año anterior, de todos modos fue un orgasmo llegar al llano nuevamente.

Nos fuimos a reunir en los hangares, descansamos, tomamos fotos y echamos relajo. Una vez todos juntos regresamos en bloque a la garita aduanal para pasar de nuevo al lado mexicano.

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Una vez en tierras mexicanas (como si fuera un chingo la distancia) algunos se fueron a las tiendas y otros comieron unos tacos de guisos que una señora vendía allí en un tinglado del cruce. Nos reunimos nuevamente y dimos el grito para irnos al Cocodrilo Dorado.

El Cocodrilo Dorado es un hermoso cenote con crepúsculos arrebolados, tiene varias vertientes de agua que brotan de la tierra y forman riachuelos, está situado a 5 Km de La Unión y es un lugar muy bello y apto para varios deportes como Kayak, Rappel, MTB entre otros. Incluso nos encontramos con varios amigos de los clubes Lagartos, Freebikers y Xcouts haciendo Kayak.

Bueno, pues esa fue la cerecita del pastel ese día de rodada, disfrutamos de un buen baño y la pasamos a todo dar, algunos llevamos unas cervecitas y botanas pues ya sabemos cómo se pone, allí estábamos en la chorcha hasta que poco a poco empezamos a emprender el regreso al campamento base, este fue ya por carretera y algunos locos se atrevieron a subir pedaleando la cuesta.

En el campamento nos esperaba un buen almuerzo, un bañito, unas chelas, cotorreo y a descansar hasta la hora de la cena con unos tacos de asado, así finalizaba un día excelso de rodada tal como estaba planeado, dentro del itinerario y sin ningún percance o accidente gracias a las precauciones que se tomaron y al grupo de bikers que hacían caso de las indicaciones de buen modo.

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