miércoles, 9 de septiembre de 2020

¿Por qué deberías limpiar los retenes de la suspensión después de cada salida?



El buen funcionamiento de la suspensión delantera de tu MTB depende en gran parte del cuidado y el mantenimiento que le hagas.

La horquilla o suspensión delantera de la bicicleta de montaña es la encargada de absorber todas las irregularidades del terreno para que puedas rodar con mayor comodidad y evitar que los impactos o vibraciones se transmitan directamente a tus manos o muñecas.

La suspensión, la cual esta compuesta por diferentes componentes como lo podemos ver en la imagen, requiere de un mantenimiento adecuado para que todas las piezas trabajen en conjunto y se comprima bien cuando la rueda delantera pase por encima de rocas, baches o huecos.

Aunque los mecánicos recomiendan hacerle un mantenimiento completo por lo menos una vez al año o cada 100 horas de uso, existe un tipo de mantenimiento básico que deberías hacerle a la suspensión delantera todos los días (si puedes) o después de cada salida. 

Consiste básicamente en mantener limpia toda la horquilla (especialmente barras y retenes) para evitar que el barro, el polvo o la arena que se adhiere a la bici en los recorridos ingresen al interior de la suspensión y afecten su funcionamiento.

El buen funcionamiento de la suspensión delantera de tu MTB depende en gran parte del cuidado y el mantenimiento que le hagas. 

Debes concentrarte sobre todo en la zona de los retenes, que son esos aros que están ubicados en la parte superior de las botellas como lo puedes ver en la imagen. Estas piezas funcionan como guardapolvos y cortan el paso de elementos contaminantes.

Sin embargo, si dejamos que el barro, el mugre o las pequeñas partículas de polvo se acumulen en la bicicleta sin limpiarla constantemente, es muy probable que ingrese suciedad al interior de la suspensión a través de los retenes y afecte su funcionamiento.

¿Qué puede pasar cuando hay mugre adentro?

El polvo, la arenilla o el mugre pueden aumentar la fricción de la horquilla e incluso podrían llegar a rayar las barras, estropeando así su color o pintura original.

Recuerda limpiar la horquilla antes y después de cada salida. Cuando el mugre es mínimo puedes sacudir en seco con un trapo, pero cuando se acumule más suciedad puedes utilizar agua y jabón o incluso productos especiales para la limpieza de suspensiones delanteras. 

Cumple con estas recomendaciones básicas de mantenimiento para que la horquilla de tu MTB aumente su vida útil y funcione correctamente en todos los terrenos. No olvides cambiar el aceite y sustituir retenes y gomas por lo menos una vez al año o cada 100 horas de uso como lo recomiendan los expertos.

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