Existen básicamente dos aspectos a tener en cuenta a la hora de decidir qué posición tomar: aerodinámica y actividad muscular.
El argumento que sale a partir del primer aspecto es que la aerodinámica importa muy poco en este caso debido a la velocidad a la que va el ciclista. Es decir, aumentar el área frontal que corta el viento no disminuirá el paso como cuando pedaleas en terrenos planos. Esto depende, por su puesto, de qué tan inclinada sea la ladera.
Sentarse en el sillín puede ser más beneficioso y rápido si se quiere aumentar la velocidad de la subida (más aerodinámico). Sin embargo, si esta no es tan inclinada, depende del gusto del ciclista la postura con la que se sienta más cómodo.
Pararte del sillín mientras subes te permite generar más potencia aunque también necesita de más fuerza en los músculos.
Todo depende de la inclinación y la intensidad
El profesor Jim Martin, experto en aerodinámica de la State Utah University, calcula que en una colina con una inclinación de 5%, el estar sentado ayuda a ir 3.7% más rápido a 400W de potencia. Sin embargo, cuando la inclinación aumenta al 15% o la potencia añadida al pedaleo disminuye, ambas posiciones tienen el mismo resultado.
Por otro lado, investigadores de la Universidad de Franche-Comté mostraron que se utilizan distintos músculos del cuerpo mientras se sube una cuesta cuando no se está sentado en el sillín. Esto significa que el ciclista puede generar más potencia en la escalada.
“La hipótesis de que la postura de pies es menos económica que sentada es válida solo cuando la intensidad es menor que 75% de Vo2 max”, expresó el doctor Sebastien Duc.
Sin embargo, no se asegura la eficiencia de esta postura durante el recorrido. Simplemente los resultados de las investigaciones mostraron que pararse propulsa más la bicicleta ya que le añade más fuerza a los músculos de las extremidades inferiores del cuerpo.
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