Si la calle fuera mía:
- Dos tercios de las calles y avenidas estarían ocupadas por carriles para bicicletas y peatones (y por lo tanto nunca ocuparía el carril dedicado al automóvil),
- Los camiones no podrían ingresar a la ciudad,
- Las camionetas de gran porte deberían ser tratadas como camiones y restringidas,
- Se multaría a los automovilistas por: usar el teléfono mientras conducen, invadir sendas peatonales, estacionar en carriles para la bicicleta, etcétera, etcétera,
- No se dedicaría la enorme cantidad de espacio público que se le dedica actualmente al estacionamiento de automóviles en la ciudad,
- Habría castigos “dolorosos” para el bolsillo de los conductores irresponsables,
- La velocidad máxima en la ciudad no superaría los 30 km/h,
- Habría más cámaras de video destinadas a registrar infracciones,
- Las licencias de conducir deberían darse a través de un estrictísimo examen de manejo, que compruebe además un exhaustivo conocimiento de las normas escritas y no escritas de tránsito, además de que el examen debería darse en parte manejando una bicicleta en el tránsito y el control de la licencia debería ser mucho más frecuente,
- Las bocinas deberían ser tan ruidosas adentro como afuera el automóvil,
- Los peatones tendrían prioridad absoluta para cruzar la calle,
- Los combustibles y la fabricación de automóviles no estarían subsidiadas,
- Los automovilistas deberían tener que presionar un botón para obtener luz verde,
- Y cualquier conductor de automóvil impaciente que acelere por encima del límite, que toque bocina o que insulte a otro integrante del tránsito debería obtener inmediatamente una luz roja bastante prolongada, que le de tiempo para calmarse y continuar -ya calmado- con su marcha.
- Entre otras cosas.
Texto: Mario García
Ilustración: Isabel García
Visto en | Biciclub.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tus comentarios.
No olvides poner tu firma abajo de tu mensaje.
¡Viva la Bike!